La presencia de la inteligencia artificial (IA) en la industria del libro es una realidad que sigue evolucionando y generando debate. Tras la irrupción de la IA en 2022 y 2023, que desató polémicas y discusiones, el desafío actual es cómo regular esta tecnología en tres frentes principales: económico-social, creativo y ético.
Desde el punto de vista económico-social, el reto es evitar que la IA reemplace empleos humanos, un dilema presente en muchos sectores. En el ámbito creativo, es crucial que el uso de IA por parte de los escritores no comprometa la creatividad ni la autenticidad al ofrecer sus obras a los lectores. Éticamente, es fundamental garantizar que las empresas de inteligencia artificial no utilicen indebidamente las creaciones y recursos de los autores sin su consentimiento para generar nuevas obras y contenidos, una práctica que ha originado demandas por parte de escritores.
Estos desafíos están redefiniendo el rumbo de la literatura. La IA se presenta como una herramienta que puede ayudar a los autores a superar bloqueos creativos o a generar ideas sobre cómo proseguir sus textos. Sin embargo, hay casos en los que los autores simplemente proporcionan directrices y la IA completa el trabajo, lo que ha llevado a cuestionamientos sobre la autoría y la originalidad.
Propuestas como la inclusión de etiquetas en los libros, que indiquen si la obra es fruto de la IA o el grado de intervención de la misma, están surgiendo. Estas etiquetas serían similares a las advertencias en alimentos sobre excesos de azúcares o grasas, o los sellos de productos orgánicos, permitiendo así que los lectores elijan conscientemente el tipo de obra literaria que prefieren: natural, artificial o híbrida.
En otros aspectos de la industria editorial, los algoritmos de IA están influyendo cada vez más en las decisiones editoriales. El uso normalizado del big data para maximizar las ventas es un ejemplo de cómo la IA puede actuar casi como un editor, determinando qué temas podrían ser más atractivos en diferentes regiones o qué tipos de personajes podrían gustar más a los lectores, un enfoque ya utilizado en cine y televisión.
La integración de la IA también se extiende al ámbito de los audiolibros y el podcasting, donde se busca mejorar la calidad y la experiencia del usuario, destacando la necesidad de un marco regulatorio adecuado que equilibre innovación y respeto por la creación literaria humana.